Por: Fernando Huerta
En el marco del Pride, donde celebramos la diversidad, las identidades en constante evolución y las voces que están encontrando su lugar, hoy queremos contar la historia de alguien que está apenas comenzando su camino en la música, pero que ya tiene claro el universo que quiere construir.
Avalos, un joven artista de 23 años, no binario y aún en búsqueda de su nombre artístico y personal, representa un tipo de narrativa que pocas veces se visibiliza: la del proceso. “No he encontrado un nombre que me represente, con ninguno he hecho click, pero por mientras me pueden decir por mi apellido, Avalos”, comparte con honestidad. Y es que, en un mundo donde se exige tener respuestas rápidas y marcas personales sólidas desde el primer segundo, hay algo profundamente valiente en admitir que todavía se está buscando.
La historia de Avalos comienza con un momento icónico para muchxs niñxs de la generación Z: ver a Hannah Montana en la televisión y soñar con estar en su lugar. Ese instante, a los 7 años, encendió una chispa que no se ha apagado desde entonces. "Desde ese momento supe que quería ser artista, y no he soltado esa idea ni un solo día.”
Avalos se describe como “une niñe viviendo en sueños”, con una mirada infantil llena de asombro ante sus ídolos, pero también con una aguda conciencia de lo que significa vivir en constante admiración de otros, a veces para escapar de su propia realidad. “Siempre he escapado a través de mis personas favoritas en televisión y redes sociales. He creado vínculos enormes pero extremadamente parasociales con mis artistas favoritos. Para bien o para mal.” Esta mezcla de nostalgia, evasión y ternura es el corazón de su propuesta artística: una música que hable de ese fan eterno que vive en muchos de nosotros.
Aunque aún no tiene canciones en plataformas, Avalos ya trabaja intensamente en su primer proyecto musical. Estudia música en Tijuana desde hace dos años, haciendo diariamente el viaje desde Rosarito. Su constancia no solo habla de pasión, sino de una verdadera entrega a su arte. “Me estoy enfocando en crear varias canciones para poder lanzarlas una tras otra, sin hacer esperar mucho a quien me escuche y sin perder su atención.”
Sus influencias musicales son tan auténticas como generacionales: el pop vibrante y teatral de Hannah Montana, el toque etéreo y emocional de Tomorrow X Together, y esa estética sonora de los 2000s que nos remite a Disney, Nickelodeon y tardes soñando despiertos. Todo bajo una atmósfera ‘dreamy’, como si sus canciones fueran constelaciones a punto de tomar forma.
Cada track que compone hasta ahora ha sido de su autoría en letra y melodía. Algunos arreglos y producciones son también completamente suyos, aunque Avalos no teme admitir que colaborar es parte esencial de su evolución. “Hacer todo solo puede ser abrumador, sobre todo cuando aún estás aprendiendo.”
En este mes del orgullo, recordamos que ser quien eres es un proceso, y no una meta. Que el arte no siempre viene con nombre, ni con estrategia de marketing lista. A veces, como en el caso de Avalos, basta con tener un sueño, una voz sincera y la valentía de decir: aún no tengo todas las respuestas, pero aquí estoy, creando.
Y eso, en sí mismo, ya es arte.
Comentarios
Publicar un comentario