Por: Fernando Huerta | Spotlight Pride Edition 2025
En el marco del Pride, donde celebramos las identidades que resisten, las historias que rompen moldes y el amor que también se baila, el proyecto de VIXEN llega con todo el poder de lo auténtico. Conformado por Oyuki y Pricila, este dúo de DJs y pareja en la vida real, ha sabido abrirse camino en una escena donde ser mujer y sonar fuerte aún representa un acto de valentía.
Su historia comenzó como muchas grandes cosas: jugando. Entre pedas, rolas y la curiosidad por una controladora, Oyuki se aventuró a explorar el mundo del DJing. Pricila, movida por la inquietud y las ganas de aprender, se sumó poco después. Lo que parecía solo un hobby compartido entre pareja, poco a poco tomó forma de proyecto serio, con concepto, estilo y visión.
La primera vez que tocaron fue frente a su grupo de amigos, en un espacio seguro. Pero fue en los eventos públicos —donde el juicio del público y de otros DJs estaba presente— cuando entendieron el verdadero reto. Aun con nervios, subieron al escenario y se dejaron llevar por la música. No solo descubrieron que podían hacerlo, también confirmaron que querían hacerlo juntas.
El nombre VIXEN nació gracias a un ejercicio con inteligencia artificial, buscando algo que sonara poderoso, femenino y fresco. El significado que más les resonó fue el de una mujer guerrera, sensual y fuerte. Aunque luego se enteraron de que en inglés el término tenía un pasado connotativo (como “zorra”), decidieron apropiárselo y resignificarlo, dándole un nuevo sentido desde el orgullo y la libertad.
Musicalmente, VIXEN se define como versátil, adaptativo y experimental. Su sonido se mueve entre Latin House, Afro House, Dembow, Tech House, R&B y Trap, y cada set responde a la vibra del evento, buscando conectar con el público desde la emoción. Les gusta mezclar canciones que despierten nostalgia, pero también provocar curiosidad por lo nuevo.
Pero su propuesta no es solo musical. Como mujeres y pareja queer, entienden la importancia de crear comunidad. VIXEN no busca competir, busca compartir. Por eso, uno de sus mensajes más importantes es la colaboración entre morras: dejar de vernos como competencia y empezar a vernos como aliadas.
“Crecer todas juntas, cada una con su esencia, es lo más chido que podríamos hacer como mujeres en la escena”, coinciden.
De cara al futuro, su meta es clara: tocar fuera de Baja California, estructurar su concepto a nivel visual y escénico, y empezar a producir su propia música. No se aferran a un plan fijo, pero sí a la idea de seguir construyendo juntas, paso a paso, beat a beat.
En una escena local que se expande entre Tijuana y Tecate, VIXEN representa una propuesta honesta, libre y queer, que mezcla amor, música e identidad. Desde la cabina, están demostrando que bailar también puede ser una forma de resistir, de sanar y de amar.
Comentarios
Publicar un comentario